Momo es una niña que fue encontrada en un pueblo, vestida con harapos, viviendo en las ruinas de un anfiteatro. La gente del pueblo le hizo una habitación para que ahí viviera y ella era tan buena escuchando que se ganó en poco tiempo el corazón de toda la gente. Pero un día llegaron unos hombres vestidos de gris con portafolios y cigarros que nunca se apagaban. Los hombres grises visitaban a cada persona del pueblo contando las horas que invertían en el trabajo y en el ocio, aconsejándoles que trabajen más horas y más rápido para ahorrar el tiempo y vivir mucho más. En cuanto la gente firmaba el contrato con estos hombres, ellos desaparecían y la gente olvidaba que habían tenido esa conversación, pero quedaban irremediablemente condenados a trabajar compulsivamente y a consumir sin sentido.